Fez
Fez no es solo la urbe más antigua de Marruecos, es un laberinto de zocos, callejuelas, puertas, olores y muchos tesoros.Hacia el año 790, Idris I fundó en el corazón de Marruecos la ciudad de Fez, la cual no solo se convertiría en su residencia, sino también en el corazón espiritual del islam y la urbe más importante de Marruecos. Perteneciente a las cuatro ciudades imperiales por Rabat, Meknes y Marrakech, Fez continúa evocando la exuberancia e hipnotismo dignos de la capital más antigua de Marruecos. Un destino dividido entre dos Medinas (o ciudades antiguas) que respiran una tradición genuina y enigmática, de tantas puertas como colores diluidos en Fez no es solo la urbe más antigua de Marruecos,es un laberinto de zocos, callejuelas, puertas, olores y muchos tesoro.
Hacia el año 790,Idris I fundó en el corazón de Marruecos la ciudad de Fez, la cual no solo se convertiría en su residencia, sino también en el corazón espiritual del islam y perteneciente a una delas cuatro ciudades imperiales de Marruecos
TODOS LOS CAMINOS LLEVAN A LA PUERTA AZUL
La ciudad de Fez queda divida en tres zonas diferenciadas: Fez el-Jdid, lugar que aglutina el Mellah (nombre con el que se conoce a La Judería); la Ciudad Nueva, donde se estilan los cafés parisinos nacidos en los tiempos de la colonización y, especialmente, la Medina Fez-el Bali, la zona más antigua de la ciudad rodeada de murallas que alcanzan hasta los 15 kilómetros de extensión.Esta última, en concreto, supone la principal atracción a la hora de perderse en la esencia que vinimos a buscar a ese exótico Marruecos desde el primer momento en que atravieses Bab Bou Jeloud, la icónica puerta de entrada a Indagar entre callejuelas hasta llegar Curtidería Chouwara, un espectáculo de tintes naturales alimentados con excremento de pichón en los que remueven el viejo arte de tintar cuero de camello o cordero.